Cada cristal vibra en una frecuencia única. Tiene una estructura interna capaz de interactuar con el campo biogenético de tu cuerpo y a nivel celular. Absorbiendo, transformando y disipando las energías negativas, los cristales devuelven el equilibrio al cuerpo e infunden una sensación de bienestar general.
Todos los cristales tienen un potencial sanador, siendo importante elegir el apropiado para obtener el máximo beneficio. Si hay una piedra que intuitivamente te atrae (sintonizas con sus vibraciones sutiles), puedes probar con ella primero.
Los remedios preparados con gemas, son fáciles de hacer y puedes usarlos cuando no puedes llevar la piedra contigo o para aumentar el poder curativo de la gema que estas usando.
Ejercicio
Visualiza la gema elegida, sintoniza con su frecuencia y las sensaciones correspondientes. Sostén por un momento esta vivencia.
Imagina que la gema se va haciendo cada vez más pequeña, hasta que la puedas introducir en la zona del cuerpo que quieres sanar. Mantenla ahí, irradiando con su energía unos 20 minutos. Cuando sientas que es momento, finaliza la vivencia con un sentimiento de amor y gratitud.
Las enfermedades, son también energías que se manifiestan a nivel físico y que tienen una determinada frecuencia vibratoria, que es posible modificar. Si llevas toda tu atención a la zona afectada y te mantienes ahí atento, aceptando tus circunstancias actuales, sin pelearte con la enfermedad, puedes ir descubriendo porque se está manifestando en ti. La toma de consciencia es el primer paso hacia la Autosanación.